jueves, 10 de mayo de 2012

And I'll be there in a heartbeat.


Querido chico de las manos cálidas:
Han pasado varios meses desde que nos despedimos. Desde que aquellos días soleados en la playa contigo terminaron y de las cuales probablemente nunca me olvide. Te estoy escribiendo una carta aunque me prohibiste no hacerlo para no hacernos más daño y... aquí estoy.
Supongo que no puedo olvidarte. Me hice la fuerte, nos despedimos cantando aquella canción, ¿recuerdas? Dijiste que no ibas a prometerme nada, que no sabías si una relación a distancia funcionaría y lo dejaste ahí.
Otoño no fue una estación fácil. Empezaba a hacer frío y yo no te tenía a mi lado para hacerme entrar en calor, no te tenía para que me sujetaras las manos. Siempre me decías que tenía las manos frías, pero que tenía un corazón cálido. Y empecé a creerlo de verdad.
Sin embargo en Invierno las cosas, mejoraron un poco. Conocí a alguien, lo quise, sólo eso. No lo amé, no tanto como a ti. No tan verdadero como a ti. Buscaba unas manos entrelazadas entre la mía para tranquilizarme y hacerme entrar en calor, pero las suyas no lo conseguían. No pude engañarme más, lo dejamos de una buena manera.
Aunque el Invierno parecía interminable, la Primavera llegó. Tardó, pero llegó. Empecé a sacar las camisetas del armario y a guardar los abrigos grandes y pesados. La primera prenda que saqué fue tu preferida. Sí, aquella camiseta con estampados de pájaros a lo lejos. Y aunque no te lo creas, al sacarlo, recordé tu sonrisa el primer día que nos conocimos diciéndome que te encantaba aquella camiseta, por el estampado. Si te soy sincera, al principio me parecías un chico raro y misterioso. Pero aquello fue lo que me atrajo de ti.
Y aquí estoy, en la playa que fue el primero en presenciar nuestro primer beso y tocando la canción con la que nos despedimos alegremente entre lágrimas de tristeza. Me prometiste que te mostré un verano de paraíso y que algún día volverías a encontrar alguna manera de volver aquí. En la cual yo te respondí que estaría allí en un latido de corazón.
Finalmente, el Verano ha llegado y desde las arenas que una vez pisamos te escribo. Esperándote. Y queriendo volver a mostrarte lo que es un Verano de paraíso. 
Desde el fondo del corazón que tocaste de lleno y del cual siempre será tuya,

                                                                    La chica de las manos gélidas con un corazón cálido.

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