viernes, 29 de junio de 2012

Words (Parte 2)

Me voy de allí sin mirar atrás y sin tener la capacidad de oír, pero alguien me coge del brazo obligándome a mirar hacia atrás. Quito el brazo pero no soy capaz de seguir caminando con esos ojos verdes que suplican que pare de huir. Es Jake, como suponía.

- Laurie. ¿Puedes por lo menos escucharme, por favor?
 - No, no puedo. - me froto los ojos desesperada porque las lágrimas me arden - Esto ha sido todo... una mala idea, por favor Jake. Vete.
- ¿Piensas que te dejaré con el estado en la que estás?
- Ya lo hiciste una vez. - contesto.

Jake se calla. Se calla porque sabe que tengo razón y miro la expresión de sus ojos. Está perdido y... ¿arrepentido? Como noto que diré algo como que le voy a perdonar (algo que en parte quiero pero en la otra que no), suspiro molesta y me voy de allí con lágrimas en los ojos con los brazos cruzados.

Sigo escuchando sus pasos detrás mía hasta que abro la puerta del coche,entro, me siento, recupero aire y bajo la ventanilla del coche con los ojos acuosos.

- Laurie...
- ¿Puedo... puedo decir algo? - empiezo a decir aún titubeando.
Él asiente la cabeza.
- Jake... Te...quiero. Aún. - me cuesta decirlo (y admitirlo) pero lo hecho, hecho está - He estado ignorando todo lo que mi corazón me decía estos 2 años y ha sido muy duro.
Abre los ojos y después aparta la mirada. Empiezo a creer que de verdad se arrepiente.

No te fíes, Laurie. - Me dice mi mente, pero mi corazón esta vez, manda por mi.

Así que ignoro mi mente, me dejo guiar por mi corazón, me levanto un poco y le doy un suave beso. Veo que abre un poco los ojos, pero que después los cierra, al igual que hago yo y me dejo llevar. Noto como se acerca más para profundizar el beso y entierro mis dedos en su pelo. Donde siempre pertenecieron.

Me separo un poco para abrir la puerta del coche. Salgo, y en cuanto cierro la puerta me acorrala suavemente contra ella y me sigue besando. Besos, besos y más besos, nunca me iba a cansar de ellos.

Cuando ambos notamos que nos falta el aire, nos separamos y noto como sonríe suavemente.

Mierda. Ahora es cuando mi cerebro empieza a mandar señales a mi voz interior: ¿Qué haces, Laurie? ¿Por qué has hecho esto? ¿No ves que todo esto supone volver a sufrir lo que sufriste hace 2 años?


Sacudo la cabeza y me encuentro con Jake poniendo un mechón de mi pelo castaño detrás de mi oreja derecha y no puedo evitar suspirar como una tonta y sonreír levemente. Miro a aquellos ojos verdes que al principio tenían temor, pero que ahora veo que brillan. Brillan más que nunca. Noto que mi corazón late muy rápido. Como siempre me pasa cuando estoy con él.

- No me mires así. Me va a dar un ataque cardíaco. - digo.
Suelta una risa. Y esa única risita es capaz de despertar algo en mi interior que me transmite calidez. Y luego pone su palma derecha a mi pecho.
- Vaya, tu corazón late muy rápido. ¿Qué pasa?
- Como si no lo supieras, idiota. - le contesto burlona mientras le saco la lengua.
Sonríe de medio lado y vuelve a besarme. Alzo un poco la cabeza porque es más alto que yo, pero el hecho de que sea así me encanta. Así que, piso suavemente sus Vans negras desgatadas con mis Converse rojos viejos. ¿Había algo más perfecto que todo aquello?

Enrosco mis brazos a su cuello y le abrazo. No, obviamente aquello era perfecto. Y era la definición de la perfección. Apoya su frente contra la mía suavemente y noto su respiración. Luego se separa lentamente para abrir la puerta del coche y decir:
- ¿Te llevo en coche o prefieres que te lleve a casa llevándote en mi espalda? 
Sonreí como una boba. Él sabía perfectamente mi respuesta. Siempre había elegido la segunda opción y en aquel momento ni de coña iba a preferir la primera. No después de haberlo solucionado todo.

Se agacha en cuclillas y me subo encima, como si fuera una niña pequeña.

Y la verdad es que, no me arrepentía de haber ido a arreglar las cosas.



Fin